La rápida evolución de la tecnología, ha significado que un número creciente de empresas han visto los beneficios de contratar los servicios de un Director de sistemas O CIO dedicado.

El rol general de un CIO es desarrollar y supervisar la implementación de estrategias de TI para mantener la ventaja competitiva de la organización, mientras se mantiene en línea con sus objetivos financieros y operativos.

Es un rol extremadamente especializado y que requiere flexibilidad, agilidad y, sobre todo, la capacidad de mantenerse al día y moverse rápidamente con la actualización de la tecnología.

ROL DEL CIO EN LA ORGANIZACIÓN

Para cualquier empresa, la tecnología desempeña un papel enorme y vital, no sólo en los aspectos operativos cotidianos, sino también en el crecimiento de la organización. Por esta razón, es extremadamente importante acertar, y no invertir en los activos tecnológicos, el software y las estrategias adecuadas puede suponer quedarse atrás en términos de eficiencia y mantener una ventaja competitiva.

Un CIO desarrollará estrategias que estén alineadas con los objetivos identificados y la visión general de la empresa, para garantizar que la tecnología comprometida trabaje en conjunto con sus prioridades más amplias. Dado que trabajan con la alta dirección de una organización y dependen de ella, esta función establece una sólida conexión entre las TI y la dirección operativa. Contar con un profesional dedicado que entienda los retos tanto de la empresa como de la tecnología les permite crear soluciones más eficaces y rentables para impulsar el crecimiento de la organización.

Existen múltiples riesgos a largo y corto plazo de no tener un CIO para supervisar los sistemas de una empresa. Sin un profesional que se centre en la tecnología, una organización puede correr un riesgo muy real de no mantenerse al día con los avances tecnológicos y, por lo tanto, no identificar oportunidades valiosas para capitalizar en el desarrollo de estrategias operativas y de crecimiento. Del mismo modo, también es muy fácil pasar por alto la identificación de problemas y desafíos críticos que se presentan en la productividad y las operaciones y, como efecto colateral, cuanto más tiempo se dejen sin controlar, más difíciles serán de rectificar estos problemas

PROPUESTA DE VALOR

Independientemente del tamaño de una empresa, los sistemas de información son un aspecto crítico que hay que tener en cuenta. Para quienes las descuidan, abordan los problemas de forma incompetente o no las tienen en cuenta junto con las estrategias generales del negocio, los resultados pueden tener un gran impacto. Se necesita un profesional ágil y con amplia experiencia en el ámbito de las TI para desempeñar esa función, y eso puede ser un gran coste para algunas empresas.

En lugar de hacer la inversión de emplear a un CIO permanente a tiempo completo en plantilla, muchos de nuestros clientes prefieren optar por contratar a un proveedor externo para que realice el trabajo de forma periódica, según lo acordado. El CIO se sumerge en la organización y su personal a nivel ejecutivo (a menudo asistiendo a las reuniones del consejo de administración o comité de dirección), y llevará a cabo una auditoría completa de la empresa a todos los niveles de forma estructurada. A continuación, trabajan en el desarrollo de una estrategia de TI a medida (incluyendo gastos, software, escalabilidad, hardware, seguridad, rendimiento de la red, así como futuras iniciativas) para trabajar en conjunto con sus objetivos establecidos y estrategias operativas.

Dependiendo de su tamaño y de sus necesidades individuales, una empresa puede optar por contratar a un CIO una vez al mes, una vez a la quincena, una vez a la semana, o en un acuerdo ad hoc cuando surja la necesidad de afrontar retos o problemas concretos. La contratación de un servicio «a la carta» como éste tiene muchas ventajas.

La más evidente es el coste. La contratación de un CIO externo bajo demanda puede suponer un importante ahorro económico en comparación con la inversión en un empleado a tiempo completo o incluso en un empleado permanente a tiempo parcial.

Recurrir a este servicio significa que se puede liberar el tiempo de valiosos miembros del personal para que se centren en el trabajo para el que están capacitados y se dediquen de forma más eficiente a la actividad principal.

La flexibilidad es vital y este modelo desarrollará una estrategia a medida que se mueva y crezca con su negocio. Se puede conseguir el máximo valor y retorno de la inversión eligiendo la modalidad de servicio que más le convenga.

Contar con una persona ajena a la empresa que supervise las TI, le permite tener una visión independiente e imparcial. Esta imparcialidad suele ser enormemente beneficiosa a la hora de tomar decisiones en beneficio de la organización, no sólo desde el punto de vista operativo, sino también estratégico.

Dado que un CIO profesional externo está en sintonía con los últimos avances e innovaciones en tecnología, puede ofrecer asesoramiento y estrategias basadas en las mejores prácticas del sector, lo que, a su vez, garantiza las soluciones más eficaces y eficientes.

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